Con la mueva medida propuesta, las autoridades sanitarias se coordinarían con la DGT para informar sobre la retirada o suspensión del carnet de conducir.

La actual Ley de Seguridad Vial está en pleno proceso de reforma. Desde la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados se están aprobando Proposiciones no de Ley con medidas que, en coordinación con la DGT, podrían incluirse en la nueva ley en caso de consenso, como la que está planteando una línea directa de comunicación entre la Dirección general de la Salud Pública y la Dirección General de Tráfico que permitiría a los médicos informar a los responsables de tráfico sobre las lesiones sufridas por conductores y la conveniencia de la suspensión o retirada de su carnet de conducir. Esta medida planteada por el Grupo Popular “relativa a controlar los problemas físicos o psíquicos que limitan la capacidad de conducción”, ya ha sido aprobada en Comisión.
En la actualidad, un conductor debe renovar su carnet de conducir de coche o moto cada 10 años o, a partir de los 65 años, cada cinco. La renovación contempla una exploración médica para el Informe de Aptitud Psicofísica y, una vez aprobada, el conductor tiene por delante toda una década o lustro de vigencia, un amplio período de tiempo en el que no está previsto ningún protocolo por el que un conductor que sufra una lesión o patología que le impida conducir sea incapacitado. La idea es que si un médico detecta esta circunstancia, pueda informar a la DGT para que valore la suspensión de la licencia.
El texto insta al Gobierno “a la creación de un grupo de trabajo interministerial para estudiar la posible adopción de medidas, en orden a una eventual comunicación de aquellas lesiones físicas o psíquicas que tengan efectos directos en la capacidad de conducción en aras a la seguridad vial”. En su exposición de motivos, se asegura que el problema “surge cuando nuestras capacidades resultan mermadas, mientras el permiso de conducir está vigente” e indica que “nuestro modelo de reconocimiento de capacidades psicotécnicas puede resultar insuficiente para la detección de dichas circunstancias sobrevenidas”.
La iniciativa aprobada asegura que “el médico asistencial tiene la obligación de proteger la salud individual y colectiva. Por tanto, es responsable de informar, educar y controlar aquellos pacientes que padezcan enfermedades o deficiencias susceptibles de disminuir o anular su capacidad para conducir de manera segura, habiendo de asumir un papel activo en la prevención de los accidentes de tráfico”.