La Suzuki V-Strom ha sido uno de los modelos de mayor éxito de la marca japonesa pero sorprendentemente fue la versión de menor cilindrada la que enamoró a los usuarios de este tipo de moto. Varios años después de quedar a la sombra de la versión de 650cc, Suzuki ha renovado por completo una moto que quiere ser el buque insignia de la marca japonesa en el segmento de las MaxiTrail.

Suzuki ha elegido el lema «All adventure, no compromises» –Todo aventura, sin compromisos– para el lanzamiento de su nueva V-Strom 1000, pero déjame decir que me parece un mensaje poco acertado para la moto que presentaron en Almería hace tan sólo unos días.
Ni es «All Adventure», ni es «No compromises»; quizá es exactamente todo lo contrario de esto último. Suzuki ha lanzado una excelente MaxiTrail que ha posicionado entre las grandes viajeras de 1200cc y las pequeñas ruteras de 600cc, un hueco que ha sabido ver de forma brillante y para el que ha desarrollado una moto que tiene algo de aventurera pero que se caracteriza por ser el paradigma del compromiso. Estoy convencido de que esta moto será inmejorable para aquel que busque un equilibrio entre los dos grandes segmentos de motos trail obteniendo lo mejor de cada uno.
Tiene el tamaño de una MaxiTrail grande pero es fácil de conducir y a la vez muy divertida. Es una moto versátil que puede ser la perfecta compañera para el día a día pero es también una gran viajera capaz de recorrer incontables cifras de kilómetros.
Obviamente Suzuki ha tenido que aceptar un buen número de compromisos para conseguir este resultado y por eso la nueva V-Strom no será la moto perfecta para aquellos que busquen una moto con la última tecnología, con grandes cifras de potencia o con soluciones mecánicas de última generación.
Pero ese no es el público objetivo de este nuevo modelo que será perfecto para un piloto mucho más racional que emocional, un usuario que será capaz de ver que la nueva V-Strom apuesta por un funcionamiento global muy equilibrado, que el incremento de par a bajas revoluciones hace de ella una moto perfecta para recorrer grandes distancias a un ritmo sosegado y que el nuevo control de tracción aporta un extra en seguridad que, junto al ABS, hacen que esta moto sea tan segura como la que más.

En cuanto al diseño, tampoco nos encontramos con grandes alardes pero esto será algo a lo que el público objetivo de esta moto tampoco dará una gran importancia. Qué importa que la llave de contacto no sea bonita si cumple con su función o que su cuadro de instrumentos sea muy sencillo si cuenta con multitud de información. En el diseño de esta moto se ha buscado la sencillez y se ha maximizado la funcionalidad. Prueba de ello es a pantalla protectora que se ajusta en tres posiciones con un intuitivo movimiento hacia adelante; muy sencillo, muy eficaz.
La estética de la nueva V-Strom es completamente nueva y apenas encontramos elementos que nos recuerden al modelo anterior. Su diseñador, Tomoya Murakami, quiso recuperar el diseño frontal de la Suzuki DR-Z Big 750 que en 1988 revolucionó el segmento de las MaxiTrail.

En marcha, la nueva DL1000 tiene un comportamiento muy noble, sin excentricidades. No ofrece aceleraciones bestiales ni es especialmente rápida, pero cumplirá con creces las expectativas del que entienda que esta moto no pretende asombrar por su potencia o su velocidad. Sin embargo, la nueva V-Strom es tremendamente estable a cualquier velocidad, es ágil en tramos de curvas lentas y no tiene los movimientos parásitos tan típicos de este tipo de motos cuando inclinas a gran velocidad. Cuenta con una caja de cambios muy precisa que te ayuda a cambiar de marcha con facilidad pero el bicilíndrico en V que monta esta moto te invita a circular en marchas largas y por debajo de las 6.000 rpm, donde encuentras una generosa cifra de par que hace que la conducción sea una delicia.
El sistema de control de tracción, fácilmente accionable, te permite cambiar de modo o desactivarlo con rapidez, de una forma sencilla, como todo en esta moto. El ABS actúa con demasiada rapidez cuando se circula de forma agresiva pero ofrece un comportamiento perfecto cuando el ritmo se adecúa a lo que se espera de esta moto, ofreciendo un paquete de comodidad/seguridad tan sencillo como perfecto. Eso sí, en Suzuki no han considerado que su sistema antibloqueo de frenos sea desconectable, lo que convierte a esta moto en muy poco eficaz cuando circulamos fuera de carretera donde un sistema ABS muy intrusivo puede llegar a ser contraproducente. Un argumento en contra del carácter aventurero de esta japonesa.
En cualquier caso, ya hemos dicho que esta moto no está enfocada a un público radical o impulsivo, sino a un tipo de usuario mucho más sosegado que encontrará en esta reedción de la DL1000 una aliada perfecta para un amplio espectro de posibilidades. Para Suzuki este es un modelo muy importante y prueba de ello son los cuatro años que han necesitado para desarrollar esta moto, una nueva MaxiTrail de 1000cc que será el arma perfecta para todo el que comparta la filosofía V-Strom.
PERSONALIZABLE

Suzuki desarrolló un estudio de mercado entre sus potenciales clientes y los usuarios afines a este tipo de moto para extraer conclusiones que les sirvieran para lanzar un producto mejor desarrollado. El extenso catálogo de accesorios disponibles para esta moto es un resultado directo de ese estudio y ahora la V-Strom se alinea con las MaxiTrail mejor equipadas.
Todo tipo de maletas, protectores, embellecedores, accesorios eléctricos y elementos decorativos acompañan a esta V-Strom 1000 en el catálogo de Suzuki añadiendo a esta nueva moto una ventaja más, también es fácilmente personalizable.